La fiebre es una respuesta natural del cuerpo ante infecciones y otros agentes externos, y nos indica que el sistema inmunológico está activo. Sin embargo, la forma de interpretar la fiebre puede variar en adultos y niños. En este artículo te contamos cómo identificar cuándo se considera fiebre, los diferentes niveles y qué hacer en cada caso para tratarla.
¿Qué es la fiebre y a partir de cuándo se considera fiebre?
La temperatura corporal promedio de una persona sana ronda entre 36°C y 37°C, con ligeras variaciones según la actividad física, el ambiente o el momento del día. La fiebre se define como un aumento de la temperatura corporal por encima de los valores normales, considerándose fiebre cuando la temperatura supera los 38°C.
Clasificación de la fiebre según la temperatura
- Febrícula: Temperatura entre 37.5°C y 37.9°C, que puede deberse a factores menores, como el estrés o la actividad física.
- Fiebre moderada: Cuando la temperatura es entre 38°C y 39°C. Este nivel suele ser señal de una infección y se puede manejar en casa con reposo e hidratación. Si tienes fiebre moderada, Couldina con Paracetamol es efectivo para aliviar la fiebre y otros síntomas de resfriado, como el dolor de cabeza y la congestión nasal.
- Fiebre alta: A partir de 39°C, se considera fiebre alta. En este caso, es importante estar alerta y vigilar otros síntomas.
- Hiperpirexia: Si la temperatura sube por encima de los 41°C, es urgente buscar atención médica, ya que puede causar efectos graves en el sistema nervioso central.
¿Cuándo se considera fiebre en un adulto?
En los adultos, la fiebre se clasifica de manera similar a como se explicó antes, pero es importante tener en cuenta el contexto y la duración de la fiebre para saber si se necesita atención médica.
Entonces, ¿cuándo se considera que una persona tiene fiebre? Como mencionamos, se considera fiebre cuando la temperatura supera los 38°C. Si la fiebre es de corta duración y no viene acompañada de otros síntomas preocupantes, generalmente no hay motivo de alarma.
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Sin embargo, si la fiebre persiste por más de 48 horas o si aparece junto con síntomas graves como dolor en el pecho, dificultad para respirar o confusión, es fundamental buscar atención médica para un diagnóstico adecuado.
¿Cuándo se considera fiebre en un niño?
Los niños tienen un sistema inmunológico en desarrollo y experimentan fiebre con más frecuencia que los adultos. Las clasificaciones de fiebre en ellos son similares, pero existen algunos factores importantes a considerar. Es importante observar su comportamiento y otros síntomas. A continuación te indicamos los rangos de fiebre más comunes en niños:
- Fiebre leve: Entre 38°C y 39°C suele indicar infecciones leves como resfriados y puede tratarse en casa.
- Fiebre alta: A partir de los 39°C, es importante observar el comportamiento del niño y asegurarse de que esté bien hidratado. Si tu hijo tiene fiebre o dolor relacionado con un resfriado, Couldina con Ibuprofeno Lisina es una excelente opción para niños a partir de 12 años, ya que alivia tanto la fiebre como los dolores corporales asociados con infecciones.
- Los niños menores de 5 años pueden experimentar convulsiones febriles si su temperatura sube rápidamente. Aunque estas convulsiones suelen ser benignas, es recomendable buscar atención médica si ocurren. Además, si el niño es menor de tres meses y tiene fiebre, se recomienda consultar a un pediatra de inmediato.
Recomendaciones para bajar la fiebre en casa
Para reducir la fiebre en adultos y niños, se pueden seguir estos pasos básicos:
- Descanso: El cuerpo necesita energía para combatir infecciones, por lo que descansar es esencial.
- Hidratación: Beber suficiente agua es fundamental para evitar la deshidratación.
- Ropa ligera: Usar ropa cómoda y fresca ayuda a no elevar la temperatura corporal.
- Antitérmicos: En caso de fiebre moderada, los antitérmicos como el paracetamol pueden ser efectivos. En niños, consulta siempre con un profesional antes de administrar medicamentos.
Así que ya sabes, la próxima vez que tengas fiebre, recuerda estos consejos y observa los síntomas. La mayoría de las veces, solo es cuestión de descanso y buena hidratación, pero si tienes dudas, ¡mejor consultar con un médico!
