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Papel de la microbiota en el sistema inmune

Tabla de contenidos
10 de junio de 2025

La microbiota intestinal juega un papel fundamental en el correcto funcionamiento del sistema inmunitario. Aunque solemos asociarla únicamente con la digestión, la microbiota actúa como un auténtico escudo defensivo que influye de forma directa en cómo nuestro cuerpo responde a virus, bacterias y otras amenazas externas.

Sistema inmune y microbiota

En este artículo te contamos cómo afecta la microbiota al sistema inmune, qué relación existe entre ambos y por qué mantener un equilibrio intestinal saludable es más importante de lo que imaginas.

¿Qué es exactamente la microbiota intestinal?

La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos (principalmente bacterias) que habitan en nuestro intestino. Se estima que tenemos más de 100 billones de bacterias en nuestro tracto digestivo, lo que representa un número superior al de células humanas en todo el cuerpo.

Estas bacterias no están ahí por casualidad: forman un ecosistema vital que participa en procesos metabólicos, digestivos e inmunológicos. Cuando este ecosistema está en equilibrio, nuestro cuerpo funciona mejor. Pero si se desequilibra —lo que se conoce como disbiosis—, pueden aparecer múltiples problemas de salud.

¿Qué relación hay entre sistema inmune y microbiota?

El vínculo entre sistema inmune y microbiota es mucho más estrecho de lo que parecía hace unas décadas. De hecho, se calcula que el 70-80 % de las células inmunitarias se encuentran en el intestino.

Esto significa que la microbiota intestinal no solo convive con el sistema inmune, sino que lo entrena y modula constantemente. Una microbiota sana ayuda al sistema inmunitario a distinguir entre microorganismos dañinos e inofensivos, reduciendo el riesgo de reacciones alérgicas o autoinmunes.

¿Cómo actúa la microbiota sobre el sistema inmunitario?

La acción de la microbiota sobre el sistema inmunitario se da a través de múltiples mecanismos:

  • Producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC): estos compuestos reducen la inflamación y fortalecen la barrera intestinal.
  • Competencia por nutrientes con patógenos: impide que microorganismos nocivos colonicen el intestino.
  • Estimulación de linfocitos T y otras células inmunitarias: la microbiota «enseña» al sistema inmune a actuar con precisión.

Por todo ello, una microbiota equilibrada significa un sistema inmunitario más eficaz y menos propenso a enfermedades.

¿Qué puede afectar negativamente a nuestra microbiota?

Numerosos factores pueden alterar el equilibrio de la microbiota intestinal:

  • Una alimentación pobre en fibra y rica en ultraprocesados
  • El uso prolongado de antibióticos o antiinflamatorios
  • El estrés crónico
  • La falta de sueño o de ejercicio físico

Estos elementos reducen la diversidad bacteriana y debilitan la función inmunitaria. Para contrarrestarlo, es importante llevar un estilo de vida saludable y, ante los primeros síntomas de infección, optar por tratamientos eficaces que respeten el equilibrio intestinal.

¿Qué tratamientos ayudan al sistema inmune sin alterar la microbiota?

Cuando aparecen síntomas de resfriado o gripe, muchas personas recurren a fármacos que pueden impactar negativamente en su flora intestinal. Por eso, es recomendable utilizar soluciones que ayuden a aliviar los síntomas sin perjudicar el sistema inmunológico ni la microbiota.

En este sentido, puedes encontrar opciones como Couldina, una marca especializada en el tratamiento de síntomas gripales y catarrales. Entre sus productos, destacan:

Todos estos productos son aliados del sistema inmune y permiten afrontar los síntomas sin comprometer la salud intestinal.

¿Cómo mejorar la salud de la microbiota de forma natural?

Ahora que sabemos lo importante que es la microbiota intestinal para el sistema inmunitario, surge una pregunta clave: ¿cómo podemos fortalecerla de manera natural? La buena noticia es que pequeños cambios en nuestro estilo de vida pueden marcar una gran diferencia.

  • Aumenta el consumo de fibra: La fibra es el alimento favorito de las bacterias beneficiosas. Incorporar alimentos como frutas, verduras, legumbres y cereales integrales favorece su crecimiento.
  • Añade alimentos fermentados: El yogur natural, el kéfir, el chucrut o el kimchi contienen probióticos que ayudan a repoblar la microbiota con bacterias buenas.
  • Reduce el consumo de azúcar y ultraprocesados: Estos productos alimentan a las bacterias dañinas y pueden provocar disbiosis intestinal.
  • Duerme bien y reduce el estrés: Tanto el sueño reparador como la gestión del estrés son esenciales para mantener el equilibrio intestinal y, por ende, la salud inmunológica.
  • No uses antibióticos sin necesidad:  Aunque a veces son imprescindibles, los antibióticos eliminan tanto bacterias buenas como malas. Utilízalos solo cuando sea necesario y bajo prescripción médica.

El vínculo entre la microbiota intestinal y el sistema inmune es claro e innegable. Este pequeño universo bacteriano en nuestro intestino tiene un impacto directo en nuestra capacidad para defendernos de virus, bacterias y enfermedades.

Cuidar nuestra microbiota es una forma efectiva de potenciar nuestras defensas. Para ello, debemos apostar por una alimentación saludable, rutinas de autocuidado y tratamientos que respeten el equilibrio intestinal.

En momentos de gripe o resfriado, es importante elegir medicamentos que alivien los síntomas sin alterar nuestra flora intestinal. En este sentido, opciones como Couldina con Ácido Acetilsalicílico, Couldina con Paracetamol o Couldina con ibuprofeno lisina son aliados eficaces para recuperarse sin comprometer el sistema inmune.

Recuerda que una microbiota fuerte no solo mejora tu digestión: es tu primera línea de defensa frente a infecciones y enfermedades. ¡Cuídala!